Cosas para saber sobre  el sulfuro de hidrógeno

¿Qué es el gas H2S?

El Sulfuro de hidrógeno (H2S) es un gas que se encuentra incluido durante la perforación y producción de petróleo crudo y gas natural, además de en el tratamiento de aguas residuales e instalaciones de servicios públicos y alcantarillado. El gas se produce como resultado de la descomposición microbiana de materiales orgánicos en ausencia de oxígeno. Incoloro, inflamable, venenoso y corrosivo, el gas H2S es perceptible por su olor a huevo podrido. Con una toxicidad similar a la del monóxido de carbono, que impide la respiración celular, el control y la detección precoz del H2S podrían significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Para más información sobre el H2S, sus fuentes y peligros, el sensor utilizado para detectarlo e información adicional, siga leyendo:

Impacto en la seguridad (a corto plazo)

El gas es una amenaza silenciosa, a menudo invisible para los sentidos del cuerpo. La inhalación es la principal vía de exposición al Sulfuro de hidrógeno. Aunque algunas personas pueden olerlo fácilmente en pequeñas concentraciones, la exposición continuada incluso a niveles bajos de H2S amortigua rápidamente el sentido del olfato (desensibilización olfativa). La exposición a niveles elevados del gas puede amortiguar el sentido del olfato de forma instantánea. Aunque el olor del H2S es una característica, el olor no es un indicador confiable de la presencia de gas H2S o para indicar concentraciones crecientes del gas.

Detección de gas H2S

El H2S irrita, entre otras cosas, las mucosas del cuerpo y las vías respiratorias. Tras la exposición, los síntomas a corto plazo, o agudos, pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, convulsiones e irritación de los ojos y la piel. Las lesiones del sistema nervioso central pueden ser inmediatas y graves tras la exposición. En concentraciones elevadas, bastan unas pocas respiraciones para inducir la inconsciencia, el coma, la parálisis respiratoria, las convulsiones e incluso la muerte.

Impacto en la salud (a largo plazo)

Aquellos que tengan una exposición prolongada a niveles de gas H2S lo suficientemente altos como para provocar la pérdida de conocimiento pueden seguir experimentando dolores de cabeza, reducción de la capacidad de atención y de las funciones motoras. Los efectos pulmonares de la exposición al gas H2S pueden no ser evidentes hasta 72 horas después de la retirada del entorno afectado. También puede producirse un edema pulmonar retardado, una acumulación de exceso de líquido en los pulmones, tras la exposición a altas concentraciones.

El H2S no se acumula en el cuerpo, pero la exposición repetida o prolongada a niveles moderados puede causar presión arterial baja, dolor de cabeza, pérdida de apetito y pérdida de peso. La exposición prolongada a niveles bajos puede causar erupciones cutáneas dolorosas y ojos irritados. La exposición repetida y prolongada a niveles elevados de H2S puede provocar convulsiones, coma, daños cerebrales y cardíacos, e incluso la muerte.

Impacto en las instalaciones

Más pesado que el aire, el gas H2S se acumula en zonas bajas de espacios mal ventilados. En las aplicaciones de petróleo y gas, el gas ácido (productos que contienen gas H2S) en presencia de aire y humedad puede formar ácido sulfúrico, capaz de corroer los metales. Los equipos de las instalaciones, incluidas las superficies internas de varios componentes, se enfrentan a una reducción de la durabilidad y la resistencia al impacto, lo que puede provocar un fallo prematuro.

Detección de gas H2S

El azufre de hidrógeno es un veneno de acción rápida que afecta a muchos sistemas del organismo. Los sensores de gas portátiles son necesarios para la detección temprana y la alerta, ya que los sentidos del cuerpo no son indicadores confiables. Es importante tener en cuenta los detectores de gas, como el detector de gas inalámbrico G7 deBlackline, ya que alertan al personal de vigilancia de la exposición al gas H2S de los trabajadores. Los dispositivos con un tiempo de respuesta rápido y una construcción robusta son importantes para su uso en entornos difíciles en los que puede haber H2S. Además, como el H2S puede insensibilizar y dejar inconsciente al cuerpo en poco tiempo en concentraciones elevadas, es crucial contar con equipos de monitorización personal conectados.

Drager PAC 6500 H2S

La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) define los Límites de Exposición Permisibles (PEL) al gas H2S de la siguiente manera:

Límite máximo de la industria general: 20 ppm Industria general Límite máximo: 50 ppm (hasta 10 minutos si no hay otra exposición durante el turno) Construcción Límite de 8 horas: 10 ppm Límite de 8 horas en los astilleros: 10 ppm

Tratamiento

Las personas expuestas al gas H2S deben retirarse inmediatamente del entorno tóxico. Los socorristas deben tener cuidado al acercarse a las víctimas que no pueden evacuar de forma independiente, para no resultar ellos mismos perjudicados por la exposición al H2S. Se recomienda la protección respiratoria al entrar en un entorno de H2S, así como una línea de seguridad, debido a los efectos tóxicos tan rápidos del gas. No existen antídotos probados para la intoxicación por gas H2S, pero los efectos secundarios y los síntomas pueden tratarse o controlarse. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización.

La Agencia para el Registro de Sustancias Tóxicas y Enfermedades (ATSDR) recomienda que llame a su médico o acuda a urgencias si presenta algún efecto secundario o síntoma inusual en las siguientes 24 horas:

Tos, sibilancias, dificultad para respirar, falta de aire Dolor u opresión en el pecho Dolor de estómago, vómitos Dolor de cabeza Aumento del enrojecimiento, el dolor o el pus de la zona de la quemadura de la piel

Es importante mantenerse alerta y evitar la complacencia con su programa de seguridad. Los equipos de detección de gases deben calibrarse con regularidad y someterse a pruebas frecuentes de choque.

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